miércoles, 7 de septiembre de 2011

Higiene de la lengua


como limpiar la lengua
La higiene de la lengua es tan importante como la de la boca. El aseo a las horas correspondientes, sin mencionar que disponga de los cepillados necesarios después de la ingesta de cada comida diaria.
Cepillo para la lengua:
 Limpiadores de lengua
Pero bien, quizás una de las partes más olvidadas de la boca ha de ser la lengua, básicamente se destaca y recomienda con mucha frecuencia un necesario aseo de las piezas dentarias, pero no una limpieza completa de la lengua en nuestra boca.
De esta manera, es necesario disponer de una muy buena limpieza no solo en la dentadura, sino también en la lengua, de lo contrario, lamentablemente es posible experimentar alguna que otra contradicción por el mal aseo de la misma.
Primeramente cabe mencionar que las lenguas se encuentran conformadas por tipos de papilas, simplemente rugosidades y pequeños pelitos que son los responsables de poder identificar los sabores de los alimentos que consumimos a diario. En dichas papilas logran alojarse una gran cantidad de bacterias, entre ellas, las tan odiadas y generadoras del mal aliento.
Por otro lado, dichas bacterias ya situadas en la superficie de la lengua, logran posicionarse sobre la superficie de los dientes ya previamente higienizados provocando nuevamente una asimilación de placa bacteriana, pudiéndose obtener como resultado la generación de caries o incluso problemas periodontales.
Lamentablemente existen algunos individuos que disponen de papilas aún de mayor tamaño de lo habitual (en otros términos, lenguas vellosas), en donde es más probable y fácil la asimilación de bacterias no deseadas. Por supuesto una de las soluciones más prácticas y efectivas es la utilización de un «Limpiador de Lenguas», el cual generalmente dispone de una estructura arqueada y es de un material de plástico.
¿Su utilización? muy simple. Básicamente es necesario sacar la lengua, y raspar con la superficie del arco toda la estructura de la misma. Es recomendable que el raspado se realice lo más atrás posible para que los residuos salgan en su totalidad, o al menos lo más posible.
Después de realizar un movimiento de atrás para adelante y viceversa, vamos a ver que se logra excusar una sustancia blanquicina. Por último, este procedimiento debe de ser realizado cada vez que se higienice la boca. De esta manera estaremos contribuyendo a una salud bucal más plena, como una boca libre de bacterias.
Vía: DeltaDent

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