Quien no ha oido hablar de las maravillosas y queridas muelas del juicio.
Algunos podrían pensar que se les denomina “muelas del juicio” por las terribles molestias que provocan, pero no es así. A las cordales o terceros molares se les conoce tradicionalmente como “las muelas del juicio”, porque aparecen cuando una persona está ingresando a su etapa adulta (entre los 15 y 25 años de edad), y supuestamente es cuando posee “más juicio” o sentido común.
Es probable, aunque poco común, que las cordales nunca erupcionen debido a factores hereditarios. En otros casos pueden salir y no provocar molestias a la persona. La tercera posibilidad es que queden atrapadas parcial o totalmente en el hueso maxilar y es cuando requieren de atención médica para extraerlas mediante una operación.
Entre las principales molestias y complicaciones figuran las siguientes:
Pero no te asustes, por medio de exámenes radiográficos de los maxilares, puede determinarse si las cordales cuentan con espacio suficiente para salir sin provocar complicaciones. O muchas veces la asistencia regular al dentista, es útil para detectar a tiempo cualquier problema con tus muelas del juicio.
Via: Face Dental
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