miércoles, 29 de agosto de 2012

Primeros cuidados para tus dientes


El cuidado de los dientes de leche debe comenzar antes del parto. Y es que una de las múltiples sorpresas que nos depara la naturaleza es que los primeros dientes son muy madrugadores, tanto que empiezan a formarse ya en el vientre materno. La alimentación de la madre durante el embarazo es muy importante en este aspecto y ha de tomar la cantidad de calcio, fósforo y vitaminas, entre otros nutrientes, que los dientes de su bebé van a necesitar para nacer sanos y fuertes.

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Una vez que el niño ha nacido, después de cada toma, o al menos una vez al día, antes de acostarle, limpie sus encías y la lengua con una gasa humedecida, para así arrastrar los restos de leche o de cualquier otro alimento. De esta forma, se fortalecen las encías y se elimina la placa, bacterias y ácidos responsables de las caries.

    
Tras el primer diente aparecen otros tantos y para cuidarlos adecuadamente hay que recurrir, cuando el niño cumpla su primer año, a un cepillo de pequeño tamaño y suaves filamentos. Cuando hayan nacido todos los dientes, lo ideal es que se cepillen durante al menos dos minutos y como mínimo dos veces al día, especialmente después de cada comida y siempre con un cepillo adecuado a la edad del niño. Si hay un cepillado que nunca se debe olvidar es el último del día, tras la cena. Durante la noche la boca tiene menos saliva por lo que los restos de alimentos están en contacto con los dientes más tiempo, una circunstancia propicia para que aparezca la caries.


  cepillado1 Primeros cuidados para tus dientes

Hasta que su bebé no cumpla dos años no debe de añadir al cepillo pasta de dientes, por lo que mientras este momento llega su único aliado por la limpieza será el agua. Y es que debemos de esperar a estar seguros de que el niño es capaz de escupir el dentífrico al final de cada lavado. Aún así, por si acaso, mientras no tenga más de seis años, tan sólo usará una pequeña cantidad, como un pequeño guisante.

Una condición indiscutible de la pasta de dientes ideal para los niños es que contenga flúor, para reforzar el esmalte de los dientes.

En este sentido, también es conveniente controlar que el niño toma la cantidad de flúor adecuada a través del agua que bebe. Si es embotellada no suele haber ningún problema, pero si es del grifo, dependiendo de la zona geográfica será necesario en algunas ocasiones aportar suplementos de flúor en los niños mayores de seis meses. Pero nunca hay que dar estos suplementos sin que hayan sido prescritos por el pediatra, ya que el exceso de flúor puede producir, entre otros efectos, manchas en los dientes.

Vía: FaceDental

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