La razón principal para ir al dentista con regularidad (cada seis meses) es la prevención. La meta es prevenir la caries dental, las enfermedades de las encías y otros trastornos que ponen tu salud dental y bucal en riesgo.
Tu primera consulta con un dentista probablemente consistirá en tres partes: tu historia médica y dental (donde el dentista o encargado de la higiene dental, el higienista dental, te hará preguntas sobre el cuidado de tu dentadura y revisará tu record de cuidado dental),una revisión dental y una limpieza profesional.
El dentista examinará tu dentadura, tus encías y otras partes importantes de tu boca. Él o ella puede que examinen las articulaciones de tus mandíbulas. Para ello, utilizarán un espejo y un instrumento de metal que se utiliza para que sea más fácil revisar la corona (la parte visible) de cada diente. Esto se hace para chequear el sarro y evidencia de solturas en la dentadura o caries. El dentista puede que también revise tu mordida y la forma como tu dentadura encaja entre sí (también llamada oclusión).
Tu dentista examinará la condición general de tus encías, que deberían ser firmes y rosadas, en lugar de frágiles, hinchadas o inflamadas. El o ella (o un asistente) utilizará instrumentos para chequear la profundidad de tu sulcus, la pequeña depresión donde cada diente se une a la encía. Las hendiduras, llamadas pockets en Inglés, son evidencia de enfermedades en las encías.
Después de examinar las partes visibles de tu dentadura y de tu boca, tu dentista tomara imágenes con rayos X que podrán revelar caries dentales, abscesos (colecciones de pus rodeados de tejidos inflamados), o muelas de juicio.
La limpieza profesional generalmente la realiza un higienista dental, un profesional dental específicamente entrenado y licenciado. La limpieza consiste en remover depósitos endurecidos utilizando un “scaler” (un instrumento para que ayuda a raspar los depósitos) o una máquina ultrasonido que utiliza alta frecuencia para remover depósitos de sarro. Las partículas se enjuagan posteriormente con agua.
Después de la limpieza, el higienista dental pulirá tu dentadura. Este proceso limpia y suaviza las superficies de tu dentadura, removiendo las manchas y dificultando que el sarro se adhiera a tu dentadura. Finalmente, el higienista puede que aplique a tus dientes un compuesto de flúor o un sellador que ayude a prevenir la caries dental.
Al final de tu visita, el dentista te dejará saber si necesitas volver para tratar una caries. Tu dentista puede que también te refiera a un ortodoncista, si él o ella piensan que necesitas frenillos o si tienes otras necesidades.
Vía: FaceDental
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